Estaba claro, desde hace mucho tiempo, que lo que está sucediendo en estos momentos con los grandes medios de comunicación y sus estrellitas iba a suceder. Nada nuevo bajo el sol. "Yo creí que", "yo no sabía", "cómo iba yo a saberlo"... y ahora, de repente, me pongo casi de vuestro lado, siempre de perfil, pero haciendo como que hago.
La realidad es que no deberíamos olvidar todo lo sucedido hasta ahora, porque ha sido demasiado, y deberíamos tener claro con quién contamos y quién está realmente de nuestro lado. Evidentemente, Iker Jiménez no está de nuestro lado. Ha demostrado no ser más que un interesado sin principios, pero con muchos fines. Una gran decepción.
Ahora hace como que investiga datos, como que le sorprenden las cosas y como que sospecha. Pero ya no le creemos. No podemos creer a un tipo que nos ha mentido tantas veces en estos dos últimos años. Con la trayectoria que había tenido hasta marzo de 2020, suponíamos que se convertiría en uno de los capitanearan el contra-relato, por desgracia no ha sido así.
Ahora solo pretende que nos olvidemos de lo que ha hecho y que creamos en todo lo que hace ahora. Es una nueva pose, es remar a favor de corriente tanto antes, como ahora. Lo sentimos mucho, es demasiado tarde.
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