Lo que desconocen estos demagogos inútiles y prescindibles es que en Hungría están garantizados los derechos de ese colectivo. No son perseguidos, lo que no se permite es que se manifiesten en lugares públicos donde hay niños ni que tengan comportamientos inadecuados. Más les vale ir a la casa de Ábalos a protestar tras ver cómo el exministro hablaba de un trans.
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